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Internacional/Mundo - 01.12.2018

Al menos un centenar de detenidos en las protestas de los ‘chalecos amarillos’

Unas 36.000 personas protestan en todo el país, unas 5.500 en París

Los Campos Elíseos se blindan ante la tercera jornada de protestas

París vuelve a ser este sábado el escenario de una nueva movilización de los llamados ‘chalecos amarillos’. Será el tercer acto de una protesta nacida del malestar de las clases medias de la Francia rural y periurbana que va más allá del rechazo a la subida del impuesto a los carburantes, medida que el Gobierno prevé aplicar en el marco de la ley de transición ecológica el próximo enero. Las protestas han concentrado al menos a 36.000 manifestantes, en torno a 5.500 en París. El número de detenidos ha rebasado ampliamente el centenar. 

Según el primer ministro, Édouard Philippe, el número de detenidos era de 107 este mediodía: «Desde muy temprano, los manifestantes se han mostrado extremadamente violentos. La policía fue atacada y se han procedido a más de 107 arrestos, que es un número considerable», dijo. Calculó que el número de manifestantes en los Campos Elíseos era de unos 5.500. Pasadas las 14 horas, el número de arrestados había aumentado hasta los 122 y todo indica que al final de la jornada serán más.

El ministerio del Interior había previsto un impresionante dispositivo de seguridad con cerca de 5.000 policías y gendarmes, 2.000 más que hace una semana.

Desde las 6 de la mañana de este sábado, en la gran avenida parisina la circulación rodada está prohibida a lo largo de un perímetro de 1,5 kilómetros en el que se habían instalado 20 puntos de acceso para los peatones, al estilo de las ‘fan zone’, el espacio habilitado durante los grandes acontecimientos deportivos para garantizar la seguridad.

Primeras tensiones

La policía pedirá un documento de identidad y registrará bolsos y mochilas. A las 9 horas se habían producido las primeras tensiones entre manifestantes y fuerzas del orden, que han lanzado gases lacrimógenos.

Los teatros y museos situados en el área de los Campos Elíseos permanecerán cerrados, mientras los comerciantes de la zona temen una nueva jornada negra. Según el Ayuntamiento de la capital, las pérdidas del pasado sábado se elevan a un millón de euros.

Los alrededores del Palacio del Elíseo, el Ministerio del Interior, la plaza de la Concordia,  la Asamblea Nacional o Matignon (sede el primer ministro) también estarán fuertemente custodiados para impedir concentraciones en las proximidades.

La labor de las fuerzas del orden se ha visto complicada por las numerosas concentraciones convocadas en diversos puntos de la capital. Además de los Campos Elíseos, la puerta Maillot (norte), la plaza de la República o el Panteón hn visto desfilar ‘chalecos amarillos’, trabajadores o estudiantes respondiendo a diversas convocatorias. El colectivo ‘banlieue respect’ podría sumarse para mostrar el apoyo de los suburbios a los ‘chalecos amarillos’.

Interior está igualmente en alerta por la posible presencia de miembros de la ultraderecha nacionalista y de la ultraizquierda antifascista infiltrados entre los manifestantes con la única intención de enfrentarse a la policía o entre ellos.

Fracaso del diálogo

El presidente francés, Emmanuel Macron se enfrenta a la crisis social más grave del mandato sin que de momento se vislumbre una salida clara. Su propuesta de abrir un diálogo sin renunciar a la tasa a los carburantes, ha dejado a todo el mundo insatisfecho.

Incluso en sus propias filas crece el malestar con la inflexibilidad del presidente, a quien reclaman una moratoria en la aplicación de la tasa que ha desatado la protesta. El Elíseo argumenta que ceder hipotecaría las futuras reformas pero para muchos diputados de La República en Marcha si ahora no se suelta lastre Macron se puede olvidar de su programa reformista.

La gestión del primer ministro, Edouard Philippe, también suscita críticas. El jefe del Ejecutivo ha intentado sin éxito hablar con los representantes de un movimiento heterogéneo fraguado en las redes sociales al margen de partidos y sindicatos y sin apenas estructura.

Este viernes sólo dos interlocutores acudieron a la cita convocada en la sede del primer ministro y uno de ellos la abandonó a la media hora porque Philippe se negó a que la reunión fuera grabada y retransmitida en directo en las redes sociales. “La puerta de Matignon estará siempre abierta”, dijo un Philippe desconcertado.

El movimiento lanzado el 17 de noviembre está cambiando política y sociológicamente. La reivindicación ligada al precio de la gasolina cede paso al sentimiento de que los gobernantes ni les representan ni les escuchan.

Los chalecos amarillos tienen el apoyo del 53% de los franceses, un porcentaje que se dispara hasta el 82% entre los simpatizantes de Agrupación Nacional (antiguo Frente Nacional) de Marine Le Pen y llega al 60% entre los de izquierda , según un sondeo elaborado por Viavoice para ‘Libération’.

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