Home Opinión Tarradellas ‘aterriza’ en El Prat
Opinión - 27.12.2018

Tarradellas ‘aterriza’ en El Prat

El Ejecutivo de Sánchez aprueba una medida simbólica para reconocer la figura del político catalán

Acorde con la tradición de bautizar los aeropuertos con el nombre de personajes ilustres, la terminal de Barcelona-El Prat pasará a denominarse Josep Tarradellas, en homenaje al presidente de la Generalitat en el exilio durante la dictadura. Sigue así los pasos de Madrid, que sobrepuso a Barajas el nombre de Adolfo Suárez, fallecido en 2014. El Gobierno de Rajoy quiso con este gesto honrar su memoria y expresar el reconocimiento “a la grandeza, el esfuerzo y al papel histórico del primer presidente de nuestra democracia”. Ahora, el Ejecutivo de Sánchez aprueba una medida simbólica que “transmite un mensaje de concordia y entendimiento reconociendo la figura” del político catalán. Y lo ha hecho precisamente en el Consejo de Ministros celebrado en Barcelona el pasado viernes.

Tarradellas (1899-1988) ejerció de presidente de la Generalitat en el exilio desde 1954 hasta 1977, y de la Generalitat provisional desde esta fecha hasta 1980. Su candidatura para dar nombre al aeropuerto de Barcelona ha sido defendida en numerosas ocasiones. En 2015, Luis Sánchez-Merlo, en su día secretario de Presidencia en el Gabinete de Leopoldo Calvo Sotelo, escribió en La Vanguardia: “Y ahora que Jordi Pujol ha dejado de ser el gran timonel, una primera medida podría ser renombrar el aeropuerto de Barcelona-El Prat Josep Tarradellas”. A partir de ahora, los pasajeros que aterricen en la capital catalana podrán decir con fundamento: “Ja soc aquí!”.

Muchos son los políticos que humanizan aeródromos internacionales: John Fitzgerald Kennedy (Nueva York), Charles de Gaulle (París), Indira Gandhi (Nueva Delhi), Ataturk (Estambul), Benito Juárez (México DF), Ben Gurión (Tel Aviv), Yasir Arafat (Rafah) o José Martí (La Habana).

No solo los políticos tienen tal honor. En España, el de Granada-Jaén está dedicado al poeta Federico García Lorca y el de Lanzarote recordará al pintor, escultor y ecologista canario César Manrique. Liverpool lleva el nombre de John Lennon y Cracovia el de Juan Pablo II. Pero los hijos más ilustres no siempre son bienvenidos. Una campaña contra Inmanuel Kant ha impedido que el aeródromo de Kaliningrado, un enclave ruso situado entre Polonia y Lituania, sea conocido con el nombre del gran filósofo. Fue derrotado, no por imperativo categórico sino en una votación online, por la emperatriz Isabel.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Check Also

Una narrativa visual para rastrear al virus

Los lectores se interesan más por las cifras y los gráficos porque les explican mejor la p…