¡Que deje de ocurrir!
De nuevo, y tras grandes lluvias, vemos a ciudadanos compungidos viendo cómo sus casas y negocios se fueron al traste; y es esperable porque ocurre todos los años. Deberían aprovecharse estas catástrofes para tomar nota de las partes inundables e implementar políticas que eviten la construcción en ellas —o que obliguen a hacer las modificaciones oportunas— para que esto vaya dejando de ocurrir.
Donde sí se tomaron medidas, ahora miramos a las lluvias de otra manera. Tras una inundación con víctimas, rodeando Alicante se hizo una red de canales que desvían el agua. También el tratamiento que se dio a la parte final del cauce del Turia las evita en Valencia.
Eliseo Pascual Gómez
Alicante
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