Home Opinión Confieso que he gobernado
Opinión - 06.02.2019

Confieso que he gobernado

Sánchez está acumulando todas las experiencias posibles ya no como presidente sino como expresidente, que es cuando se escriben los libros

Poco después de que Pedro Sánchez llegase a La Moncloa, se me propuso un reportaje no sobre Sánchez, sino sobre el poder a través de Sánchez, que tanto había aspirado a él y tantas veces había sido desahuciado por el sistema. Dije que no y acto seguido lo intenté porque esta profesión consiste en dos cosas: no creerse nunca nada, empezando por uno mismo, y llamar siempre por teléfono, aunque sea por vicio. No sería la primera vez que alguien te dice que el presidente no se puede poner porque está ordenando la invasión de Francia; con alcaldes me ha pasado, aunque no era concretamente Francia.

A la persona que escribí fue a Miguel Ángel Oliver, secretario de Estado de Comunicación, que aplazó la cita porque estaba en unos cursos en Santander. Esos días mantuvimos varios correos amables en los que empezamos a interesarnos el uno por el otro, qué libros estás leyendo, no dime tú, tú primero. Se tocó también la política, nacional e internacional; tan buena relación era que hasta pensé que el propio Sánchez podía escribir ese reportaje y firmarlo yo, al fin y al cabo el destino me debe una. Un día en Londres llamé por fin a Oliver, ya con el objetivo de proponer unos días merodeando al presidente para después ponerme a entrevistar a gente y sacar mis habitualmente disparatadas conclusiones. Hablamos media hora, nos caímos bien, rajé bastante del PP para ponerlo como una moto y, cuando al final me preguntó en qué me podía ayudar, dije: “Hombre, Miguel Ángel, no voy a llamar al ministro de Agricultura”. Y entonces aquel hombre con el que llevaba escribiéndome semanas y hablando media hora al teléfono dijo: “Huy, no, yo soy Miguel Ángel Cortés, senador del Partido Popular”.

Aún le hice hincapié en que mantuviese aquel ridículo en secreto, sin saber él que cuando pido esas cosas no es por vergüenza, sino para contarlas yo. Y la historia de aquel trabajo, que resume mi vida y va camino de resumir mi paso por el periodismo, la zanjé allí mismo; se empieza con esos malentendidos y se acaba haciendo un reportaje sobre Evo Morales.

Afortunadamente, Pedro Sánchez ha publicado ya un libro a los seis meses de ser presidente del Gobierno que, según la información proporcionada, emparenta con las biografías de Gengis Kan. No soy bueno empezando reportajes, pero algo mejor se me da acabarlos, y aquel tenía las conclusiones escritas antes de los datos: estamos ante una especie política de interés indudable que ha desplazado el espíritu de Jim Morrison a la política; Morrison, que llevaba muriéndose desde los 22 años, aguantó sobre los escenarios incluso mediante contorsiones improbables.

Lo que demuestra un libro a estas alturas, como esos que sacan los futbolistas a los 19 años titulados Mi vida,es que Sánchez está acumulando todas las experiencias posibles ya no como presidente, sino como expresidente. Eso ha repercutido en una hiperactividad tal que en una semana ha puesto con una mano un presidente en otro país y escrito con la otra un libro. Entre medias ha habido medidas que no sabemos cuánto nos van a mejorar la vida y otras que aún no sabemos cuánto nos la pueden empeorar, incluidos cambios de paso que están rompiendo la cintura al más sanchista. El listón ya está tan alto que se espera una presentación al estilo Aitana, de Operación Triunfo, y varios consejos de coach para el día en que los lectores quieran llegar a la secretaría general del PSOE o a La Moncloa, y sepan cómo actuar después. Target hay.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Check Also

Una narrativa visual para rastrear al virus

Los lectores se interesan más por las cifras y los gráficos porque les explican mejor la p…