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Opinión - 17.04.2020

Cheques contra el virus electoral

Congelar el pago a la OMS no ayudará al magnate a ganar la reelección el 3 de noviembre, pero puede costar la vida a decenas de miles de personas en países vulnerables

Congelar el pago a la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ayudará a Donald Trump a ganar la reelección el 3 de noviembre, pero puede costar la vida a decenas de miles de personas en países vulnerables. El coronavirus que ridiculizó y minusvaloró en febrero va a superar en breve los 30.000 fallecidos, tres veces más muertos que en el cerco de Sarajevo. La economía se dirige a una recesión que se prolongará más allá de las elecciones. De momento se han perdido 22 millones de empleos.

Sus objetivos son embarrar y desviar la atención, aunque tiene un problema, la hemeroteca. Estados Unidos se enfrenta a la mayor crisis desde Pearl Harbor con el líder menos capacitado para entender cualquier realidad que no sea él mismo. Sus ruedas de prensa son un reality show en las que exhibe su desprecio a la ciencia y a la Constitución. Fue una provocación afirmar que tiene el poder legal para decretar el fin del confinamiento por encima de los gobernadores. No es cierto.

Acaba de retrasar el envío de millones de cheques de ayuda a sus compatriotas porque quiere que lleven estampado su nombre. Se trata de otro caso de abuso y de utilización de recursos del Estado para fines particulares. No es EE UU, es él. Aún falta mucho para noviembre, la tinta de los cheques se evaporará. El desempleo y el pago de cuentas desorbitadas a los hospitales permanecerán.

La semana pasada tuvo lugar una batalla barriobajera en Wisconsin, un anuncio de las que vendrán. Estaban previstas las primarias demócratas y se elegía un juez para el Tribunal Supremo de ese Estado, uno de los que pueden decidir la presidencia. En 2016, Trump ganó a Hillary Clinton por 22.748 votos. El gobernador demócrata intentó aplazar los comicios para habilitar el voto ausente, previsto en casos de emergencia. Hubo un bloqueo republicano apoyado por los jueces. La gente respondió echándose a la calle a votar. Algunos llevaban carteles alusivos al peligro que corrían por defender la democracia. El resultado fue la victoria contra pronóstico de la juez Jill Karofsky. Perdió la opción de Trump. Se trata del primer aviso en las urnas desde que estalló la pandemia.

La retirada de Bernie Sanders de la carrera demócrata tiene que ver con estos sucesos, y con sus nulas posibilidades de ganar la nominación. El camino queda expedito para el oficialista Joe Biden. Sanders le ha brindado su apoyo y ha pedido a los suyos que se vuelquen en la defensa de cada candidato demócrata. El objetivo es echar a Trump de la Casa Blanca. Esto puede indicar que se ha alcanzado un compromiso entre las dos alas del partido que influirá en el perfil de la futura candidata a la vicepresidencia y en un programa basado en tres pilares: una sanidad más justa y universal, un New Deal verde y una pronta salida de la crisis. Hay un cuarto urgente: restaurar los principios éticos de EE UU, ahora en peligro.

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