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Internacional/Mundo - 28.05.2019

Socialistas y liberales unen fuerzas para desbancar a los populares de la Comisión Europea

Pedro Sánchez se reúne con Antonio Costa (Portugal), Emmanuel Macron (Francia), Mark Rutte (Holanda) y Charles Michel (Bélgica) antes de la cumbre informal de Bruselas

El presidente de la UE, Donald Tusk, espera obtener un mandato para lanzar el proceso de nominación de la nueva cúpula de dirigentes europeos

La presidencia de la Comisión Europea se ha convertido en algo así como la joya de la corona de la arquitectura institucional europea, uno de los cargos más preciados e influyentes del club, que permiten marcar la agenda y el ritmo político en la UE. Un puesto que ha estado liderado de forma ininterrumpida por el Partido Popular Europeo desde hace tres lustros –el último presidente socialista fue el italiano Romano Prodi entre 1999 y 2004- y del que socialistas y liberales quieren desbancar al PPE uniendo fuerzas. 

«Creo que desde 2004 no tenemos un presidente progresista de la Comisión. Es importante mostrar a los ciudadanos de Europa que hemos entendido su mensaje, que tenemos que cambiar las políticas» y «los socialdemócratas cuentan con el mejor candidato ahora mismo de todos los que se presentaron a las elecciones (europeas) para poder liderar la presidencia de la Comisión Euroepa que es Frans Timmermans», ha reivindicado el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a su llegada a la sede del Consejo donde este martes celebran una cena informal para lanzar el debate sobre la renovación de la cúpula de altos cargos.

El primer intento por dar forma a esta concertación tuvo lugar en los márgenes de la pasada cumbre extraordinaria de Sibiu. Alrededor de la mesa estuvieron entonces cuatro dirigentes designados negociadores por sus respectivas familias políticas: el holandés Mark Rutte y el belga Charles Michel por parte de los liberales, y el portugués Antonio Costa y el español Pedro Sánchez, por la familia socialista. A estos cuatro dirigentes ahn vuelto a reunirse de nuevo este martes con una incorporación adicional al equipo: el presidente francés y líder de La República En Marcha (LREM), Emmanuel Macron.

Aunque en las elecciones europeas de este pasado domingo Macron no consiguió superar al ultraderechista Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen, sus 21 escaños convertirán al LREM en la delegación más poderosa del nuevo grupo de Liberales y Demócratas en el Parlamento Europeo, clave por tanto a la hora de dar forma a la nueva coalición progresista que defienden como contrapunto a la ultraderecha en una Eurocámara más plural y fragmentada. 

Nuevo equilibrio en el reparto

El objetivo es evitar que el PPE siga copando las tres grandes instituciones que dominan la política en Bruselas y cuyos cargos han ocupado en los últimos dos años y medio: Jean-Claude Juncker (Comisión), Antonio Tajani (Eurocámara) y Donald Tusk (Consejo Europeo). Además de estos tres cargos también están en juego el alto representante para la política exterior de la UE, que recae en la italiana Federica Mogherini, y la presidencia del Banco Central Europeo, que ostenta el italiano Mario Draghi y que algunos dirigentes apuestan por pactar por separado. «La composición del Consejo Europeo ha cambiado. Hace cinco años había dos primeros ministros liberales. Ahora tenemos nueve así que es muy diferente», ha reivindicado el liberal Rutte.

Hace cinco años el Parlamento Europeo consiguió imponer su sistema de elección de cabezas de lista a la Comisión –el llamado spitzenkandidaten- con una decisión de hechos consumados que situó a Juncker al frente del Ejecutivo y al socialista alemán Martin Shulz en el Europarlamento. Los resultados electorales a favor del PPE entonces eran indiscutibles, lo mismo que el bagaje político del luxemburgués como exprimer ministro. Las tornas en 2019 han cambiado. El PPE ha sido el partido más votado pero en claro retroceso. Sus 180 escaños, sumados a los 146 los Socialdemócratas (S&D) no les permitirán reeditar el pacto, que deberá buscar nuevos puntos de apoyo, a lo que se añade la limitada experiencia ejecutiva del candidato principal de los conservadores, el alemán Manfred Weber

Aquí es donde podrían entrar en juego otras opciones si no hay un consenso entorno a la figura del alemán. Los liberales afrontan esta partida reforzados, gracias a sus 109 escaños, dispuestos a reclamar su parte del pastel. Además de Weber, el candidato de una Angela Merkel, los otros dos nominados oficiales son Timmermans y la carismática comisaria danesa Margrethe Vestager por los liberales. 

«Forma parte como el señor Barnier o Timmermans de los que tienen cualidades pero no quiero mantener hoy un debate sobre nombres, quiero un debate sobre proyectos, criterios y prioridades», se ha limitado a señalar Macron a su llegada a la sede del Consejo. Se trata de una de las apuestas del presidente francés junto a otro contendiente alternativo no oficial pero que está en las quinielas junto a media docena de nombres más: el negociador jefe de la UE para el brexit y miembro del PPE, Michel Barnier

¿Adiós al proceso ‘spitzenkandidaten’?

El inconveniente es que haría saltar por los aires el proceso de ‘spitzenkandidaten’ como fórmula para escoger al presidente de la Comisión, con el que han cerrado filas la mayoría de los grupos políticos –populares, socialistas, verdes e izquierda- salvo los liberales. «Un ‘spitzenkandidaten’ por el que no puedes votar en toda Europa no es serio. Para nosotros es importante que el próximo presidente de la Comisión represente una amplia mayoría proeuropea con un programa claro para renovar Europa», ha reclamado el liberal belga Guy Verhoftstadt. «No es la Biblia sagrada. El mejor candidato debería ser el próximo presidente de la Comisión», ha zanjado el primer ministro eslovaco, Peter Pellegrini, en nombre de los cuatro países de Visegrado (Eslovaquia, República checa, Polonia y Hungría).

Las posibilidades de que los líderes de la UE logren consensuar algún nombre este martes son prácticamente nulas. La negociación será larga y no está claro siquiera que vayan a conseguir cerrar el paquete en la cumbre prevista el 20 y 21 de junio, tal y como pretende el presidente de la UE, Donald Tusk. «Deberíamos ser capaces de presentar una propuesta si es posible antes de la constitución del Parlamento», ha recordado Angela Merkel que ha cerrado filas con Weber pero sin  demasiada contundencia. «Como miembro del PPE apoyo a Manfred Weber» aunque «deberíamos saber que al final tenemos una tarea constructiva que hacer», ha indicado a su llegada a la sede del Consejo. «La prioridad debe ser el contenido, después los nombres», ha zanjado el primer ministro holandés, Mark Rutte.

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