La Iglesia Ortodoxa Ucraniana nombra como patriarca a un joven de 39 años

La institución, recién reconocida por las autoridades eclesiáticas de Constantinopla, celebra un concilio de unificación en Kiev

El presidente Poroshenko califica la jornada como el «día de la independencia definitiva» de Ucrania frente a Rusia

«Este día sagrado entrará en la historia como el de la creación de una iglesia autocéfala unida en Ucrania, el día de nuestra independencia definitiva«. El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, no ha querido restar un ápice de solemnidad al evento religioso que ha tenido lugar este sábado en la catedral de Santa Sofía en Kiev.

Con estas palabras televisadas, el jefe del Estado ha saludado la celebración del concilio de unificación de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, celebrado precisamente en un templo levantado en el centro de la capital por el hijo del principe Volodomyr, el hombre que, con su bautismo en el año 988, inició la cristianización de esta región de Europa oriental.

El nombre de quien estará al frente de la institución eclesiática recién reconocida por el patriarca de Constantinopla Bartolomé, máxima autoridad en el mundo ortodoxo, también fue desvelado por el propio Poroshenko. Se trata del metropólita Epifaniy, un joven de 39 años muy próximo al patriarca Filaret, quien desde la independencia hasta la fecha actual, había regentado a la iglesia ucraniana escindida de Moscú durante el tiempo en que esta no gozaba de reconocimiento entre el cristianismo oriental.

Destacada ausencia

La reunión se celebró con la destacada ausencia de la mayoria de los miembros de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana leal al Patriarcado de Moscú, que cuenta con muchos más medios económicos y controla un número muy superior de parroquias, aunque su predicamento en la sociedad ucraniana se ha ido reduciendo, especialmente en los últimos años de conflicto civil, en los que Kiev había acusado a sus miembros de alinearse con la insurgencia prorrusa.

Se calcula que el 25% de los cristianos ucranianos se identifican con Kiev, mientras que solo el 15% lo hace con Moscú, y un porcentaje también amplio prefiere mantenerse al margen de disputas religiosas, y no se declara miembro de una u otra confesión. Ucrania cuenta, además con grupos religiosos de obediencia al Papa de Roma.

Algunos obispos y sacerdotes que en principio se adherían a la iglesia rusa finalmente han participado en el concilio, pese a que su jerarquía había calificado el acto de «ilegal» y había prohibido su participación en él. Miles de personas se han congregado en los aledaños de la catedral para saludar el evento religioso, protegido por 4.000 agentes de la policía.