Vivir
Vivir es gestionar el riesgo de muerte, intentando que llegue lo más tarde y de la mejor manera posible. Cotidianamente, realizamos actividades que elevan este riesgo, pero consideramos que se compensa porque obtenemos otras satisfacciones. Así, usamos vehículos, respiramos aires contaminados, fumamos activa o pasivamente, tomamos bebidas, comidas inadecuadas o en exceso; todo como pequeña muestra de acciones que producen más muertes de las que podría producir el nuevo coronavirus incluso con las previsiones más pesimistas. Nos encontramos en consecuencia ante un factor de riesgo más, y no el más grave, por lo que lo lógico es seguir viviendo sin miedo, con normalidad y haciendo caso a lo que nos indican las autoridades para mitigarlo. Vivir, en definitiva.
Pablo De Vera Moreno. Madrid
Una narrativa visual para rastrear al virus
Los lectores se interesan más por las cifras y los gráficos porque les explican mejor la p…