Morir de éxito
Hace unos años, la playa de las Catedrales, en Lugo, era un lugar privilegiado y de belleza sobrecogedora, utilizada por los habitantes de los pueblos del entorno para pasear, darse un baño y tomar el sol un rato. Hoy, la misma playa se ha convertido en un lugar intransitable, repleto de puestos de venta ambulante, y al lado de un aparcamiento donde se estacionan cientos de vehículos. Las autoridades se han visto obligadas a limitar el número de visitas a 5.000 diarias, que deben ser solicitadas con antelación. El resultado es un lugar más parecido a un centro comercial o una estación de metro que a un enclave natural. Es solo un ejemplo, pero ocurre en muchos otros sitios, enclaves de interés natural, pueblos con encanto, todos convertidos en parques temáticos Los estamos matando de éxito. ¿Quién y cómo busca el equilibrio antes de que sea demasiado tarde?
Sebastián Fernández Izquierdo. Petrer (Alicante).
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