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Opinión - 13.12.2018

La gran apuesta china: hacer de la necesidad virtud

Las ciudades chinas apuestan por la movilidad eléctrica con las subvenciones que facilita el gobierno de Pekín

El panel de científicos de la ONU sobre cambio climático ha advertido de que solo tenemos una ventana de 12 años para aplicar las medidas necesarias para asegurar que la temperatura del planeta no suba más de dos grados al final de siglo. Doce años son muy pocos. Y muchos, en cambio, los Gobiernos, organismos y empresas que tienen que tomar decisiones para que ello sea posible.

Es un gran desafío para todos, también para las grandes ciudades, que, además de contribuir al calentamiento global, se ahogan en sus propios humos. Algunas de ellas han tenido la visión que se necesita para hacer de la necesidad virtud y convertir el inevitable cambio del modelo de movilidad en una oportunidad. En la ciudad china de Shenzhen, por ejemplo, los 16.000 autobuses de la red de transporte público que circulan son ya eléctricos y antes de final de mes han de serlo también todos los taxis de esta megalópolis que en los años setenta era una pequeña ciudad pesquera de apenas 70.000 habitantes y ahora tiene 12 millones. Además, subvenciona la compra privada de coches eléctricos. Para ello ha construido 40.000 puntos de recarga y grandes estaciones donde pueden repostar hasta 20 autobuses a la vez. Con dos horas de recarga nocturna garantizan el servicio del resto del día. Con eso reducirá en un 48% las emisiones de NO2 y partículas. Pero no solo el aire es ya más limpio: la ciudad es también mucho más silenciosa.

Otras 30 grandes ciudades chinas han aprobado planes similares con el apoyo económico del Gobierno de Pekín, que ha decidido apostar por la movilidad eléctrica y convertirla en una oportunidad para liderar un sector considerado estratégico. Las autoridades chinas subvencionan de forma muy generosa la transformación y están convencidas de que el coche eléctrico será competitivo respecto del de combustión en menos de dos años gracias a la extensa red de recarga que construye a toda velocidad y al abaratamiento de las baterías. Una prueba de su determinación es que en los últimos años está haciendo inversiones estratégicas en el sector minero de países africanos para controlar la producción de litio y cobalto, dos minerales necesarios para las baterías.

Mientras aquí discutimos si 2040 es un plazo demasiado corto para adaptarnos a un cambio que de todos modos será inevitable, otros lo están haciendo ya.

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