La distancia, el anonimato
En el cara a cara el engaño es menos frecuente, la persona que habla se expresa con gestos y con palabras. Las palabras pueden ser fácilmente engañosas, los gestos difícilmente lo son. Y además el autor del mensaje está presente. Tienes al responsable. Muchos mentirosos, si los tienes delante, no se arriesgan. En el cuerpo a cuerpo, la violencia es más difícil. Si le ves la cara a tu adversario, es más difícil agredirle. Si no le ves la cara, y sabes que difícilmente te pedirán responsabilidades, es más fácil engañarle. Ahora la agresión y la mentira te llegan a menudo, desde la distancia, y desde el anonimato. Ahora nos seguimos comunicando, pero poco cara a cara. Nos seguimos peleando, pero poco cuerpo a cuerpo. Y seguimos buscando información, pero no la buscamos en las personas próximas. Muchísima llega de fuentes muy alejadas.
Martín Martínez Martínez. Barcelona
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