La desconfianza en política
Cuando las relaciones entre líderes políticos están plagadas de mentiras, de insultos, de descalificaciones, se corre el riesgo de romper las relaciones personales. Si eso ocurre entre amiguetes, la pandilla salta por los aires; pero no pasa nada, porque el resto de los humanos no depende en nada de esa pandilla de amiguetes.
El problema surge en política porque la quiebra de relaciones personales impide después llegar a acuerdos imprescindibles para la gobernanza. Si los líderes que están obligados a pactar para cumplir lo que han dictado las urnas han roto previamente esos lazos de confianza con falacias, mentiras e insultos se hace imposible el acuerdo. Y ahí estamos, por desgracia.
Julio García-Casarrubios Sainz.
Valdepeñas (Ciudad Real)
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