Enfermos digitales
Aparentemente, el mundo digital ha llegado para facilitar la vida de los usuarios de las nuevas tecnologías. Sin embargo, este uso frívolo de las herramientas ha llevado a la ciudadanía a abocarse a una rutina digital que nos hace desconfiar de las personas y confiar en lo que vemos en la Red. Google no es el santo grial de la información, pero a él fiamos nuestra salud. Es nuestro médico particular cuando nos sentimos mal, cuando buscamos un diagnóstico rápido a nuestras dolencias. Y no solo en lo que a términos médicos se refiere; también aumenta nuestro grado de confianza en cada argumentación cuando afirmamos que lo hemos visto en Internet. El poder del conocimiento nunca estará en la palma de nuestras manos, ni a unos cuantos clics.
Santiago Caicedo Espinosa. Zarauz (Gipuzkoa)
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