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Internacional/Mundo - 12.03.2019

Un estudiante italiano, primer Erasmus en la Franja de Gaza

El italiano Riccardo Corradini se ha convertido en el primer estudiante del mundo que hace la beca Erasmus en la Franja de Gaza, donde las entradas y salidas están severamente restringidas porque permanece bajo bloqueo israelí y ha sufrido tres guerras en la última década.

El joven de 25 años procedente de Trentino, en el norte de Italia, está cursando sexto de Medicina y ha comenzado hace un mes el programa intercambio Erasmus+, siendo el primer estudiante internacional que llega a la Universidad Islámica de la ciudad de Gaza.

«Me siento una persona privilegiada porque soy el único estudiante italiano que estudia y vive en Gaza«, exclama Corradini, que ha llegado a la Franja de Gaza para aprender sobre medicina, atención sanitaria de urgencia y «la realidad del conflicto entre palestinos e israelís».

«Antes de llegar aquí pensaba que Gaza era un sitio difícil para vivir. Estaba muy interesado en saber cómo eran aquí las cosas y es una de las razones por las que vine», cuenta el joven italiano que pasará un total de cuatro meses en la franja, donde se especializará en cirugía de emergencias.

Un proyecto de colaboración

La Universidad de Siena, donde está matriculado Riccardo Corradini, comenzó hace tres años un proyecto de colaboración con la ONG italiana ACS (Asociación italiana de Cooperación y Solidaridad), que trabaja con universidades palestinas en Cisjordania y acaba de comenzar un proyecto también en Gaza. 

«Es un gran éxito para todo el mundo académico», señala encantado el joven. También ha animando a otros estudiantes italianos a viajar a la franja como parte de un proyecto que podría extenderse en el futuro a otras universidades francesas o españolas.

Vivir en Gaza

A Corradini le costó adaptarse al enclave costero palestino en un primer momento debido a las «diferencias» como el distinto ritmo de vida o los horarios, pero ahora se muestra muy satisfecho de estar en el enclave y afronta los próximos tres meses que le quedan con mucho optimismo.

«Gaza es como un pequeño mundo en una ciudad, lo tienes todo aquí. La atmósfera es siempre activa, con una gran cantidad de gente en la calle y mucho tráfico», y agrega, «está todo lo necesario» en un espacio reducido, «desde hospitales o universidades hasta mercados».

Para él, esta realidad lo convierte en un lugar muy singular en el mundo y destaca que «solo hay que ir a los mercados y dejarse sorprender».
Reconoce que le costó acostumbrarse a la comida local y bromea sobre que «no hay pizza ni pasta».

Bloqueo israelí sobre la franja

El permanente bloqueo que Israel impone por tierra, mar y aire desde 2007 sobre la franja, cuando el movimiento islamista Hamás -al que considera terrorista al igual que Estados Unidos y la Unión Europea- tomó su poder de facto, ha causado un grave impacto sobre la situación humanitaria.

El sistema de salud público en este enclave aislado por doce años de bloqueo, sufre una carencia de suministros y medicamentos debido a las restricciones israelíes y a la dependencia del Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Cisjordania, enfrentado con Hamás, con quien intenta desde hace años infructuosamente una reconciliación que parece muy lejana. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado sobre la falta de 223 medicamentos básicos.

La energía que disponen los palestinos es de tan solo dieciséis horas de electricidad y ocho horas de cortes de suministro al día, como las deficiencias de saneamiento, hacen que el sistema sanitario del enclave sea precario. A menudo varios hospitales han dejado de atender a pacientes de manera temporal por la falta de electricidad.

A esto se suma el enorme número de heridos resultado de las cargas israelíes contra las manifestaciones populares en la verja de separación y contra los intentos de dañar la divisoria. Cerca de 30.000 palestinos han sido heridos y más de 200 han muerto en las movilizaciones denominadas Marchas del Retorno en el último año.

«Creo que Gaza y su gente necesitan ayuda, sobre todo médica», ya sea «por el bloqueo o la dura situación de vida», asegura el italiano, que ve la zona como «un lugar hermoso, que lo sería aún más si la situación mejorara y se resolvieran sus problemas».

El aspirante a cirujano se centra en su educación y hace prácticas en varios hospitales, donde atiende urgencias tanto comunes como relacionadas con el conflicto. «Ellos me explican su sufrimiento diario y expresan como la vida en Gaza se ha vuelto cada vez más difícil», comenta el Erasmus italiano, que asegura que cuando vuelva a casa «tendrá mucho que decir» sobre este lugar. 

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