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Internacional/Mundo - 02.12.2018

«La hora de la verdad» para Zuckerberg

Como un político, ha preparado y ensayado su comparacencia ante el Congreso

Pese al mea culpa, Facebook sigue haciendo lobi contra la regulación de su negocio

Durante 14 años a Mark Zuckerberg le ha servido el mantra oficioso de Facebook: “muévete rápido y rompe cosas”. Ya no. En vez de concentrarse, como acostumbra, en el futuro, en proyectos de innovación, en planes para seguir haciendo crecer la más exitosa red social del mundo, con 2.200 millones de usuarios, tiene que mirar al pasado, entonar mea culpas, prometer arreglar desaguisados. Alérgico a aparecer en público salvo ante audiencias que le son favorables, ahora se está viendo obligado a hacerlo en un escenario como el Congreso de Estados Unidos, donde este martes y miércoles testifica en el por ahora momento culmen de la gira de disculpas que inició cinco días después de que se expusiera en detalle el escándalo de Cambridge Analytica. Y es que a Facebook le ha llegado, como decía unos días atrás uno de los senadores que interrogaba a Zuckerberg este miércoles, el demócrata Ed Markey, “la hora de la verdad”. O del juicio.

A diferencia del pasado otoño, cuando el milmillonario de 33 años envió al principal abogado de la compañía a testificar en Capitol Hill en sesiones que estudiaban el papel de las grandes tecnológicas estadounidenses en la propagación de noticias falsas y como herramientas de propagandistas rusos, esta vez Zuckerberg ha demostrado ser consciente de que no podía eludir acudir en persona. Y eso que hace solo unos días, dentro del “tour” mediático de disculpas que ha protagonizado, le decía a la revista ‘Wired’: “Si se da el caso de que soy la persona más informada en Facebook en la mejor posición para testificar lo haré encantado pero la razón por la que no lo hemos hecho hasta ahora es que hay gente en la compañía cuyos trabajos a tiempo completo son lidiar con cumplimiento de leyes o algunas otras cosas, y fundamentalmente conocen más los detalles de esas cosas”.

Declive de confianza

Difícilmente en unos días Zuckerberg ha ganado el conocimiento de todos esos detalles, pero sabe que en juego está el futuro de su empresa. En las últimas tres semanas Facebook ha perdido el 14% de su valor en bolsa. Distintos estudios muestran el declive en la confianza de sus usuarios, aunque la campaña para abandonar la red que late tras el #deletefacebook tiene aún mucho de simbólico. Está por ver qué impacto tiene la grave crisis de reputación en sus resultados (más de 40.000 millones de ingresos en 2017 y casi 16.000 de beneficios), pero nunca como hasta ahora se había cuestionado tan abierta y ampliamente su modelo de negocio.

La compañía, que ha reconocido que “actores malignos” pueden haber conseguido acceso ilícito a los datos de sus 2.200 millones de usuarios (un punto flaco del que investigadores llevaban tiempo advirtiéndoles), está bajo investigación oficial de la Comisión Federal de Comercio. Las potenciales vulneraciones de un acuerdo para proteger la privacidad de sus usuarios que alcanzó en 2011 podrían conllevar una multa histórica.

Facebook enfrenta, además, el fantasma de la regulación, un control gubernamental al que la empresa y otros gigantes tecnológicos han parecido inmunes hasta ahora. El propio Zuckerberg, según el testimonio que ha preparado para abrir sus comparecencias en el Congreso, da señales de estar apoyando algunas medidas, incluyendo una propuesta de ley para controlar los anuncios políticos en las redes (cosa que Google y Twitter, sin un escándalo similar al de Facebook, siguen resistiéndose a hacer). 

Nadie debe llamarse, no obstante, a engaño. La frase preparada por Zuckerbeg anuncia que estarán encantados de “seguir trabajando con el Congreso” en esa legislación específica. Y Facebook sigue luchando por frenar leyes que limitarían su negocio. En California, por ejemplo, en febrero se sumó a Google y tres compañías de telecomunicaciones para donar fondos a un comité de acción política que trata de descarrilar una iniciativa que se votará en noviembre en el estado intentando mejorar las garantías de privacidad de los usuarios de internet.

Millones en lobi

En 2017 Facebook invirtió más de 11 millones de dólares en esfuerzos de lobi en Washington, según datos de OpenSecrets.org. Es una cifra que queda lejos de 18 millones destinados a esa influencia por Alphabet, la matriz de Google, y está también por debajo de los 13 millones gastados por Amazon, pero representa un aumento de más del 32% respecto a 2016.  En 2009, cinco años después de nacer, Facebook gastaba poco más de 200.000 dólares en lobi.

La compañía con sede en Menlo Park (que también lucha en tribunales contra demandas por violaciones de la privacidad, como un caso planteado en Illinois por la recopilación de información biométrica) ha intensificado también su contratación de especialistas en comunicación política. La campaña empezó en octubre, después de las revelaciones sobre cómo la plataforma fue explotada por los rusos y antes de la comparecencia ante el Congreso de su principal abogado, y prosigue.

Ha sido precisamente un ‘insider’ de Washington, Reginald Brown, que fue asistente especial del último presidente George Bush, quien ha ayudado a Zuckerberg a prepararse para la comparecencia en el Congreso. Según revelaba ‘The New York Times’ han pasado el fin de semana como los políticos antes de un debate, ensayando distintos escenarios, practicando para no dar apariencia de estar a la defensiva, anticipándose a las potenciales preguntas. Este miércoles acaban los ensayosLlega la hora de la verdad.

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