Casado se viste el traje de candidato presidencial tras el varapalo de Sánchez en el Congreso

El líder del PP aboga por un 'superdomingo' electoral el 26-M mientras Rivera pide paso para una «nueva era»

Apenas había transcurrido un cuarto de hora desde el fracaso de los Presupuestos, cuando Pablo Casado ha comparecido ante la prensa en el Congreso en el papel de candidato a la Moncloa. El líder del PP ha dado por concluido el trayecto de Pedro Sánchez y ha anunciado incluso cuáles serán las dos primeras medidas de su Gobierno en caso de ganar unas elecciones que aún no han sido convocadas: 155 y nuevas cuentas públicas. «Hoy se ha producido una moción de censura 'de facto' de Pedro Sánchez (…); creo -ha proclamado- que ya es momento para sacar las urnas».

El PP, que hace tiempo que activó su maquinaria electoral, se volcará ahora en trasladar una imagen presidencial de su candidato, que pugna en el centro derecha con Ciudadanos y Vox. Fuentes de la dirección del partido creen tener banquillo suficiente como para constituir de inmediato un equipo de Gobierno y material como para llevar a «20 consejos de ministros». Se ven incluso con capacidad de detallar en este mismo momento el 155 que aplicarían para intervenir Cataluña de una manera más profunda e ilimitada en el tiempo.

La fecha «más lógica» que contemplan los populares para los comicios es, a su juicio, la del 26 de mayo: un 'superdomingo' en el que se converjan las generales, autonómicas, municipales y europeas. Y con ese horizonte -o el del 28 de abril que baraja el Ejecutivo- Casado ha esbozado las líneas generales de lo que será su oferta al electorado.

En primer lugar, se ha comprometido a no «pactar con separatistas y populistas», aunque en este último grupo no incluye a Vox. «En cuanto al resto de partidos -ha respondido sobre la formación de Santiago Abascal-, tendremos que verlos en su actuación parlamentaria». De momento, respalda el acuerdo de investidura alcanzado con la extrema derecha en Andalucía. «Y a eso me tengo que atener», ha zanjado.

La intención del PP es presionar en los próximos meses al PSOE con sus conversaciones con el independentismo. Tras recibir el apoyo del PDeCAT y Esquerra en la moción de censura, Casado preguntará una y otra vez a Pedro Sánchez si se compromete a no pactar nunca con el presidente de la Generalitat, Quim Torra. También pedirá claridad a Ciudadanos sobre sus pactos postelectorales y sobre si los socialistas entran en sus planes como posibles aliados. Pero en este caso, la intención es tratar con cuidado a su socio potencial, del mismo modo que se actúa a Vox.

«Queremos -explican desde la cúpula conservadora- reenamorar a nuestro exvotante». Y eso, añaden, exige no reprocharle su fuga a otros partidos. El objetivo de fondo es el mismo de siempre: aglutinar a todo el centro derecha bajo las siglas del PP y, de no ser posible, pactar después en el Congreso con Ciudadanos y Vox.

«Nos vemos en las urnas»

Tras Casado ha sido el turno de Albert Rivera, que ha vuelto a exigir a Pedro Sánchez que ponga de una vez fecha y hora a la convocatoria de elecciones generales, sin especificar su preferencia. Es la única salida que contempla el líder de Ciudadanos y su círculo a una legislatura que está «agotada y muerta» tras el fracaso de los cuentas públicas. «Lo que quiero es que convoque elecciones cuanto antes y que lo haga hoy mismo tras el batacazo», ha recalcado.

En las filas naranjas consideran que ha llegado la hora de pasar página y de superar cuarenta años de bipartidismo. «España necesita una nueva era para ilusionar», ha remarcado Rivera, que ya se postuló ayer durante el debate presupuestario como el próximo presidente presidente del Gobierno. «Nos vemos en las urnas», le ha insistido a Sánchez, con el que ha asegurado que no pactará sin importar el resultado.

El líder de los liberales ha recordado que su formación fue la única que vaticinó que la legislatura estaba liquidada después de que el pasado 24 de mayo se conociese la sentencia del 'caso Gürtel' en el que se aludía a una 'caja B' en el PP, por entonces el partido en el Gobierno. «Mariano Rajoy no convocó elecciones y ya sabemos cómo acabó la película: con Sánchez en el Gobierno apoyado por nacionalistas y populistas», ha insistido.