Casado: «Quedémonos con el ‘espíritu de Ermua’ y no con la humillación de Pedralbes»

El líder del PP aprovecha la manifestación del sábado en Madrid para endurecer su discurso contra el independentismo y presentar a Pedro Sánchez como «máximo aliado» de Torra

Un «sonoro pinchazo». Un «fracaso». Así ve Pablo Casado la manifestación del independentismo este sábado en Madrid. Pese a ello, ha centrado su discurso en combatir la marcha y en presentar al Ejecutivo del PSOE como cómplice del secesionismo y los organizadores de la protesta. «El Gobierno de Pedro Sánchez es el máximo aliado de Torra, Puigdemont y de los que ayer (por este sábado) vinieron a pedir lo que está permitido, pero que no es admisible desde un punto de vista de los que queremos la unidad nacional y la igualdad de los españoles», ha cargado en un acto de partido en Málaga.

Los mensajes de Casado sobre el independentismo están repletos de referencias al País Vasco. Hasta el punto de haber ensalzado hoy la lucha contra el terrorismo de ETA frente a las reivindicaciones secesionistas. «Yo quiero las manos blancas y no las manos amarillas de ayer (por este sábado) reivindicando a Terra Lliure, las manos amarillas que manchan nuestra unidad nacional, nuestra concordia, nuestra Constitución. Quedémonos con el espíritu de Ermua y no con la auténtica humillación de Pedralbes», ha trasladado a los suyos.

Desde la llegada de Casado a la presidencia del PP, el partido ha extremado su discurso. En plena pugna por el voto de la derecha con Ciudadanos y Vox, dos partidos que rentabilizaron en Cataluña y Andalucía su defensa de la unidad de España, los populares plantean el 28-A como un plebiscito: o diálogo con Torra o 155. «Lo que tenemos que hacer -ha defendido su líder- no es sólo el voto del cabreo, enfadado, lo que hay que hacer es poner soluciones y decir que si usted no quiere lo que vio en Madrid, lo que tiene que hacer es votar al único partido que puede evitarlo y parar el desafío independentista que el Gobierno de Sánchez está tolerando».

Este domingo el presidente del PP ha vuelto a resumir su programa contra el secesionismo. Propone acabar con las subvenciones públicas para los partidos que tienen líderes «procesados por alentar a la rebelión o la sedición», una reforma para prohibir los indultos a los condenados por esos dos delitos o cambios legales para penalizar la convocatoria de un referéndum irregular. «Planteamos -ha añadido- terminar con el adoctrinamiento educativo con una nueva ley que acabe con las 'ikastolas' de los independentistas en Cataluña».