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Economía - 22.05.2019

La escritora Siri Hustvedt, Princesa de Asturias de las Letras

  • Novelista, ensayista y poeta norteamericana, Hustvedt es la octava mujer en recibir este galardón
  • El jurado destaca que su obra muestra "un presente convulso y desconcertante, desde una perspectiva de raíz feminista"

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Transcripción completa

Hoy tenemos a Siri Hustvedt
en nuestro programa,

no como novelista
sino como ensayista y conferenciante

porque su nuevo libro recoge,
precisamente,

ensayos y conferencias escritas
entre 2011 y 2015,

y además aparecen recopilados
bajo un sugerente título:

"La mujer que mira a los hombres
que miran a las mujeres"

¿Cuándo usted mira a los hombres que
miran a las mujeres qué ve en ellos?

Está claro que la mujer soy yo,

la que mira a los hombres
que miran a las mujeres.

Pongo mi voz subjetiva
en este título.

Por lo que se refiere al hombre…
hombres,

va en relación a la tradición
occidental.

Muchos de los ensayos hablan de
la visión patriarcal de las mujeres

conectada con algo que me interesa
muchísimo,

el problema de cuerpo y mente.

O sea, los hombres han estado
repetidamente asociados

con el intelecto y la cultura

y las mujeres han sido asociadas
con el cuerpo y la naturaleza.

Entre los temas que se abordan
en este libro,

aquí se habla de arte,
se habla de ciencia, de neurociencia,

habla de literatura,
habla de feminismo.

En lo concerniente al arte,
por ejemplo, hay un tema

que me interesa especialmente

y es la manera como el arte
ha tratado a la mujer.

A grandes rasgos, ¿usted diría
que la ha tratado bien o mal?

Soy una persona que tiene tendencia
a no mirar las cosas

en términos binarios,
"esto es bueno esto es malo"

Creo que, en general,
el destino de las mujeres

no solo en las artes visuales,
también en las ciencias

se ha caracterizado
por falta de participación

y también por la ocultación.

A menudo lienzos de mujeres,

artistas que eran muy buenos,

eran atribuidos al hombre
que les era más cercano.

Por suerte, especialmente
gracias académicas feministas,

pero también a otros académicos,

se ha recuperado un buen número
de mujeres de la historia:

filósofas, astrónomas…
de todo tipo.

¡Es la parte buena!

Usted es de las pocas intelectuales
que se mueven como pez en el agua

entre las humanidades y las ciencias

y además usted reflexiona
sobre este tema,

ycomenta que hay muy poco diálogo
entre las artes y las ciencias.

¿Cuál es el motivo?

¿Por qué hay una falta de diálogo?

Bueno, este es el efecto

de la creciente especialización
en la cultura.

Hubo un tiempo a quien distingue
entre varios momentos históricos,

pero yo diría que hasta la Segunda
Guerra Mundial,

en que había una idea concreta
del hombre instruido.

Todo el mundo sabía griego y latín,
por ejemplo, toda la gente culta.

Pero había mucha menos gente
instruida entonces,

de modo que una obra de conocimiento
compartido era mucho más posible.

Con la explosión,
no solo de la tecnología

sino también de un gran número
de disciplinas

la gente sabe más y más
sobre menos y menos.

La ciencia y concretamente
la neurociencia está muy presente

en estos ensayos, por ejemplo, usted
aborda el tema del psicoanálisis,

usted comenta que lleva años ya
practicándolo,

y que el psicoanálisis le ayuda
a escribir.

¿Por qué? ¿porque como usted dice en
el libro le hace sentir más libre?

El psicoanálisis me ha interesado
desde muy joven,

desde que era una adolescente
empecé a leer a Freud

y siempre he continuado estando
interesada en éste.

Pero lo interesante es
que, a pesar de mi interés,

yo no hice psicoanálisis
hasta que tuve más de 50 años.

Creo que sentía que no era
lo suficientemente neurótica,

y entonces, hubo un momento,
en que hice psicoanálisis

y entendí como , de forma firme
y gradual, alteraba mi vida.

y tienes toda la razón, es el porqué
de que me sienta más libre.

(Off) Su fuerte sabor a mar
y su deje local

que el vino fresco blanco limpiaba
dejando solo el sabor a mar

y a pulpa sabrosa y bebiendo
el frío líquido de cada concha

y perdiéndolo en el neto sabor
del vino,

dejé atrás la sensación de vacío

y empecé a ser feliz y hacer planes.

Toda la vida de Ernest Hemingway,
premio nobel de literatura,

estuvo repleta de planes,
cambios y continuos desplazamientos

que alimentaba
con sus múltiples excesos.

Y fue en uno de esos saltos
cuando recaló en París,

en plena década de los 20
para ejercer de periodista y

escritor en compañía
de su primera esposa.

Allí se mal ganaba la vida publicando
cuentos

en revistas estadounidenses y
alemanas.

Fue en la capital gala donde probó
esas ostras con fuerte sabor a mar

cuya delectación narra en
"París era una fiesta"

su primer libro publicado
póstumamente.

Una obra que,
tras los atentados de 2015,

se convirtió de nuevo
en un best seller,

para demostrarle al mundo que París
seguía siendo la ciudad de la luz.

Esta novela se mueve entre la ficción
y la autobiografía,

Género que hoy en día calificaríamos
de auto ficción.

Y en ella narra esta etapa de su vida

cuando aún siendo
más pobre que las ratas,

se sintió extremadamente feliz.

Pero París no solo era una fiesta,

en aquellos años era la ciudad
de la cultura y la libertad,

el centro máximo de la creatividad.

Y fue allí donde el ganador del
Pulitzer con "El viejo y el mar"

conoció e intimó con intelectuales,
artistas y escritores como:

Gertrude Stein, F. Scott Fitzgerld…

y otros miembros de esa generación
perdida,

que en aquel periodo de entre guerras
supieron encontrar

la manera de relanzar
la literatura del siglo XX.

Sin embargo en esta narración
evocadora y nostálgica,

mezcla de descripciones, crónicas
y recuerdos,

Hemingway no solo nos regala
los retratos de sus amigos

también lo vemos contemplar
los paisajes cubistas de Cézanne,

mientras se muere de hambre.

Leer en su café favorito,
pasear por los muelles del Sena

y apostar en el hipódromo, y como no,
también comer y más aún beber

porque Hemingway es un bon vivant
y un tipo sin límites,

capaz de saborear platos
que sus bolsillos no podían ni pagar.

Como estas ostras cocinadas
con esmero

para que nuestros paladares
literarios,

confirmen lo que ya sabemos

que el maridaje entre libros y
gastronomía es casi, casi perfecto.

La literatura es otro de los grandes
temas

como lo es también el feminismo.

Y hay un momento, en que usted se
describe como novelista y feminista.

¿Sería una manera muy resumida
pero acertada de definirla?

De hecho te has dejado un sustantivo
y es que me describo a mi misma

como novelista, académica
y feminista.

Creo que soy todas esas cosas.

Pero ¿sabes? todos tenemos
identidades plurales.

El feminismo es importante para mi
porque… he entendido que…

en la cultura occidental,

no puedo hablar en nombre de ninguna
otra cultura, no la conozco,

pero en la cultura occidental la idea
de la autoridad femenina es

muy complicada y difícil.

Para muchos hombres de esta cultura
el mirar hacia arriba

a una autoridad femenina es castrante
y eso es un problema.

Pero mi academicismo me es importante
y de hecho hay ensayos en el libro

donde el feminismo nunca se menciona.

En uno de esos ensayos sobre
literatura,

usted recuerda una vez que presentó
creo que era la primera novela,

de Karl Ove Jknausgard en Nueva
York,

y a partir de ahí usted reflexiona

sobre la invisibilidad de la mujer
en la literatura,

porque recuerde que al final de esa
… de esa entrevista

usted le preguntó porque salían
pocas mujeres escritoras en su libro

y el le respondió que
porque no eran competencia.

Primero de todo siempre empiezo mis
comentarios sobre ese ensayo

diciendo que soy una admiradora
de Knausgard.

La pregunta vino del hecho de que
Knausgard mencionara centenares

y centenares de escritores,
como has dicho, y solo una mujer.

Menciona a Julia Kristeva, la teórica
y filósofa francesa,

y cuando contestó que no eran
competencia,

me sorprendió tanto y creo que
primero de todo fue honesto,

y en segundo lugar que había
evidenciado, quizás sin darse cuenta,

algo que es cierto.

No tiene nada que ver
con los escritores

de derechas o de izquierdas.

La idea es que los hombres,
incluidos los hombres artistas,

encuentran su propio valor
en la mirada de otros hombres

y creo que hasta que no entendamos
que esto es

lo que está pasando en la cultura,
que a las mujeres se las deja de lado

al no representar ningún tipo
de competencia tendremos un problema

porque esto hace daño a la propia
literatura.

¿Y no le parece una auténtica
estupidez,

marcar esa línea que separa la
literatura masculina de la femenina?

¿Cómo podemos conseguir que
desaparezca ya de una vez por todas?

Sí porque un libro es un ente aparte
del autor,

de modo que si queremos usar
estos términos, femenino y masculino,

creo que los podemos usar
para aplicar a diferentes textos.

En ese ensayo digo que Knausgard
ha escrito un texto

altamente femenino si es que divides
el mundo en dos

y hablas de femenino y masculino.

Creo que alguien podría decir que
Gertrude Stein escribió

obras más masculinas.

No tiene tanto que ver con el género
del escritor pero…

la cultura insiste en leerla ahora
a través del género del autor

y eso es un error, es una línea
artificial.

De hecho usted recuerda una encuesta
de 2015 donde el 80%

de las personas que leían los libros
escritos por mujeres eran lectoras,

eran mujeres que a su vez leían
el 50% de los libros

escritos por hombres, por lo tanto,
es evidente algo que ya sabíamos

que casi todo son lectoras,
que las mujeres leen mucho más

pero claro, yo no sé
cual es su experiencia

Sus libros, ¿usted tiene comprobado
si sus ensayos los leen más

los hombres que las mujeres
o los hombres leen más sus novelas,

cuál es su caso?

Es una pregunta maravillosa

porque diría que probablemente es
exactamente al revés

para ficción y no ficción,

o sea, creo que la mayoría de mis
lectores de ficción son mujeres

Cuando hago una lectura de una novela
hay muchas mujeres entre el público.

Pero cuando doy una conferencia sobre
ciencia, psiquiatría o filosofía

las he dado de todo esto,
es exactamente al revés.

Son casi todo hombres.

Y hay también lectores que solo leen
mis novelas

pero claro mi lector ideal
lo lee todo.

Pero es algo que no puedes controlar.

¿Usted es el explorador?
Deme la mano.

-Quiero encontrar una ciudad perdida.

Me encanta que hayas traído
una película de aventuras,

no sé si decir de corte clásico.

Sí, una película de aventuras
como las de antes.

Hombre… buenísimas.
Hablamos de "Z la ciudad perdida"

Que es la nueva película
de James Grey,

el director de películas como

"La lucha es nuestra"
y "El sueño de Elis" .

Es un director que me gusta mucho.

Esta vez se meteen un terreno nuevo
para él, que es el cine de aventuras

pero su película lo que hace es
llevarse un poco a este género

los temas que ha ido tratando
a lo largo de toda su filmografía.

Ha adaptado un libro de David Grant.
Excto, sí.

Es que yo lo recuerdo porque era
un best seller, bueno era…

una especie de novela de no ficción

que hablaba de un explorador
británico

que desapareció
a principios del siglo XX.

Le encargaron ir al Amazonas
a cartografiar una zona

y se obsesionó con la existencia
de una ciudad perdida.

"Lo que usted busca es mucho mayor
de lo que nunca haya imaginado"

Recuerdo que este libro mezclaba
un poco

lo que era el relato periodístico
de la investigación

con los hechos reales, un poco
lo que ocurrió con este explorador.

¿Aquí ocurre lo mismo
en la película?

Pues no exactamente.

Aquí hay una de las diferencia
importantes en la adaptación.

Sí que es verdad que James Grey
coge toda la información

que hay en el libro pero lo que hace
es convertirlo todo en una ficción

¿Y te ha gustado?
Mucho, sí.

Me gusta mucho esta cosa de…

intentar recuperar
un cine de aventuras puro

y tomárselo muy en serio.

me gusta mucho como está contado
el personaje,

como explica la obsesión
del personaje

sobre todo los efectos que tiene
sobre su vida personal esta obsesión

que llegó tan al límite.

Y luego la cosa es que es
uno de los directores que mejor…

que mejor ruedan, uno de los últimos
defensores del cine clásico

y hay momentos de una belleza
arrolladora,

vamos que te la recomiendo
muchísimo.

"Yo la llamo Z y
nosotros debemos encontrarla"

Pensaba en la cantidad de autores
que han escrito

sobre búsqueda de ciudades perdidas
y antiguas civilizaciones.

Está Julio Verne, Conan Doyle,
Lovecraft…

Hilton ¿no? también sería un ejemplo.

Es verdad Hilton el de
"Horizontes perdidos"

Que publicó esta novela
en los años 30 ¿te acuerdas?

Y hubo alguna adaptación muy buena.
Sí hay una adaptación de los años 30

que a mí me suena de Frank Capra
y que a mi me suena

que me habías hablado de esa peli
alguna vez.

Y luego hay una de los 70 muy curiosa

que me acuerdo que tenía
por ahí en medio números musicales.

Era una adaptación bastante peculiar.

Pero hay más autores como Haggard
por ejemplo.

Exacto.
¿Y quién más hay de estos?

Yo pondría un ejemplo, relativamente
más reciente que se llama "Kriston"

igual está un poco cogido
por los pelos pero sucede.

No, no, pero es verdad.

Hombre de Haggard supongo que
hablarás de

"Las minas del Rey Salomón"

y otro libro muy adaptado tanto en
cine como en televisión

y haciendo así un poco de repaso
de los actores

que habían dado vida al mítico o
intrépido explorador Allan Quatermain

me salían cosas muy locas,
me salía una variedad…

Desde Richard Chamberlain
hasta Steward Granger

hasta…incluso una versión

en la que aparecía Patrick Swayze
como protagonista.

Es verdad, ya no me acordaba.

Sí, o sea que imagínate.
Hay un montón.

¿Y de verdad traes hoy un libro
sobre David Lynch?

Sí, que creo que … a mi no me suena
que hayamos sacado ninguno sobre él

con lo fans que somos ¿no?
¿A ver?

Pues mira, te traigo
David Lynch: el hombre de otro lugar.

que es un ensayo que ha escrito
el periodista Dennis Limm

y que es interesante porque
lo que hace es acercarse

tanto a la filmografía como a la obra
de David Lynch

desde distintos ángulos,
desde la religión,

la ética, el surrealismo,

pero en ningún momento quiere sentar
cátedra en torno a él

y esto es interesante porque justo
uno de las claves del cine de Lynch

es que es inabordable ¿no?

y entonces es interesante porque
como hoja de ruta está muy bien

pero en ningún momento te intentan
descifrar las claves

de la filmografía de David Lynch.

¿Y tú dirías que Twin Peaks
de David Lynch tendría algo que ver

con las ciudades perdidas
de las que hablábamos antes?

Hombre… hay algo ahí como incluso
del agente Cooper de alguna forma

tenía algo de explorador…

Cantan en inglés

El arte está muy presente
en estos ensayos de Siri Hustvedt

aunque también aborda otros temas

como por ejemplo el de la
sensibilidad masculina

a través de la figura del escritor
noruego Karl Ove Knausgard.

Bueno pues de él va precisamente
nuestra primera recomendación de hoy

ya que acaba de aparece la quinta y
penúltima entrega

de sus famosas memorias.

En esta ocasión ya lo tenemos
haciendo sus pinitos literarios.

Una magnífica oportunidad
para conocer aún más

a este hombre talentoso, atormentado
y contradictorio.

Cantan en inglés

Y mucha sensibilidad tambien vais a
encontrar en

"Los funerales vikingos"
de Michi Panero,

el benjamín de la familia,
fallecido en 2004.

Es una antología de sus cuentos
inéditos,

escritos entre el 63 y el 71
donde muestran la naturaleza

de un autor de vida agitada
e intensa.

Bueno junto a estos cuentos
también vais a encontrar

los trabajos periodísticos
de Javier Mendoza,

un hombre muy ligado a la familia
Panero, es decir, panerismo puro.

Cantan en inglés

75 años después de su formación
nos llega ahora este riguroso,

completo y exhaustivo ensayo
sobre el SAS,

el grupo de operaciones especiales
del ejército británico,

que jugó un papel esencial durante
la Segunda Guerra Mundial,

y que ha servido como referente

para la posterior creación de otros
grupos de operaciones especiales.

Es la primera historia autorizada
sobre ellos.

De hecho escritores como Lorenzo
Silva habla maravillas de él,

por cierto, se puede leer
como un thriller.

Cantan en inglés

Me encanta Mundo Urraca es un cómic
que habla de Alex,

un chico que quiere descubrir
el mundo

pero lo que no sabe es que el mundo
es más grande de lo que él se imagina

En su viaje va a conocer las fuerzas
de la naturaleza pero sobre todo,

a sí mismo.

-Pues yo estoy con todo un clásico
de la ciencia ficción

que ahora celebra el 30 aniversario
de su publicación

"El juego de Ender"

Es una historia brutal
sobre un niño al que entrenan

para convertirlo en gran comandante
contra los extraterrestres.

A usted es la primera vez
que le entrevistamos en el programa,

pero a su marido a Paul Auster
le entrevistamos hace…

pues como tres o cuatro años.

bueno en un par de ocasiones
ha pasado por el programa ya.

Y una vez el me comentó

que ustedes dos tenían
una especie de acuerdo tácito:

ser honestos a la hora de valorar
los libros de cada uno,

porque son sus primeros lectores.

¿quería saber si eso es así,
si siempre se dicen la verdad

y nada más que la verdad

y en este caso que es lo que el
le ha comentado de este libro?

Es cierto que somos nuestros
primeros lectores

y también es cierto que somos
completa y totalmente honestos.

En ambos casos, nos hemos criticado
trabajos… sobre todo

en lo que se refiere a ficción.

Nos hemos criticado debilidades

y creo que en casi
todas las ocasiones

hemos hecho caso del consejo
del otro.

Con los ensayos es otra cosa.

Durante bastante tiempo usaba a Paul
como mi lector no científico

porque no sabe nada de neurociencia,
tampoco lee mucha filosofía,

soy yo la que hace esto,
de modo que cuando no entendía algo

lo usaba para clarificar cosas.

Pero al cabo de los años Paul,

que nunca ha leído un artículo
sobre neurociencia,

me ha escuchado, hablado
y leído mi trabajo

y se ha hecho conocedor de esto
a través de mi.

Y ya no es tan bueno como aquel
lector ordinario e inteligente

porque después de muchos años
ha aprendido bastante

sobre el cerebro, neurociencia,
etc…

¿Usted se imagina la vida sin leer?
No.

De hecho, a veces he pensado
en que ocurriría si…

mi mente no fuera capaz de leer.

Si tuviera una embolia quizás
entonces no lo sabría,

quizás entonces estaría viva y
estaría bien,

pero la pérdida para mi sería
inmensa.

Leo unas cuatro horas al día

y uno de mis mayores deseos es seguir
escribiendo, claro,

pero también seguir leyendo,

porque hay tantas cuestiones
desarrollándose, que quiero seguir.

O sea espero que me queden
algunos años.

No quiero finalizar la entrevista
sin referirme a una frase

que aparece en su libro y que dice:

"Sin un espectador, un lector
o un oyente el arte está muerto"

Sin lectores ¿los libros no tienen
sentido por sí mismos?

El argumento es un poco distinto
y es que…

es más obvio.

Un libro solo está vivo
cuando está siendo leído.

Un cuadro solo cobra vida
con el espectador.

Somos nosotros
quienes les damos vida.

Nosotros hacemos
que una obra respire.

Pero también hay una memoria,
los libros viven en nuestra memoria.

Una vez escribí
sobre un cuadro de Vermeer

y la primera frase del ensayo es:
cada cuadro es siempre dos cuadros,

el que ves y el que recuerdas.

Sabemos que no recordamos los libros
textualmente,

pero sin embargo, los llevamos
con nosotros como estados emocionales

o escenas particulares
que nos han cambiado para siempre.

Y eso es lo que es el arte,
vive dentro de nosotros

y le damos vida cuando
nos topamos con él.

Hay escritores que son
como un embalse.

De vez en cuando se descuelgan
con un libro,

abren las compuertas y dejan ir
un torrente de reflexiones,

ideas y sentimientos que nos
envuelven como una marea.

Ese don no está al alcance de todos
pero sí de unos cuantos.

Como Siri Hustvedt que ha tenido,
además, el detalle

de regalarnos un refrescante final.

En algún momento de mi niñez
tomé conciencia

de que mis sentidos de la vista
y el tacto no funcionaban

de la misma manera que los de la
mayoría de la gente que conocía.

Y no me refiero a las sensaciones
táctiles que experimentaba

solo con observar a otra persona,

que suponía que eran universales,

sino al hecho de que, incluso,
en un día de calor sofocante

ver un cucurucho de helado,
un polo o un cubito de hielo,

me producía escalofríos

y así me había sucedido
desde que tenía memoria.

La sola idea del hielo provoca en mí
una sensación involuntaria de frío.

Mirar o pensar en el fuego,
por el contrario,

no hace que sienta calor.

Durante años he preguntado acerca
de ello,

entre otra personas,
a neurólogos, pero indefectiblemente,

me encontraba
con una cara de perplejidad.

Página Dos – Siri Hustvedt

Los Premios Princesa de Asturias han distinguido en otras ocasiones en la categoría de las Letras a autores Adam Zagajewski, John Banville, Antonio Muñoz Molina, Leonard Cohen, Claudio Magris, Arthur Miller, Doris Lessing, Augusto Monterroso o Günter Grass.

Esta edición se han concedido el de las Artes, al dramaturgo inglés Peter Brook; el de Comunicación y Humanidades, al Museo del Prado; el de Cooperación Internacional, al profesor Salman Khan y la plataforma por él creada Khan Academy, y el de Deportes, a la esquiadora Lindsey Vonn.

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